Un mercado de ideas e intercambio
Que la plaza del Canódromo una día a la semana se convierta en un mercado abierto a todos los vecinos y ciudadanos donde poder intercambiar o vender ideas, objetos y alimentos.
Un mercadillo como los de antes donde la vecindad, el pluralismo y el encuentro son el alma del barrio.
Con una infraestructura de paradas y baños de quita y pon diario y que cada vecino puede solicitar su uso de parada, previa inscripción semanal.
Un lugar lleno de vida que te ofrece la posibilidad de cambiar un sofá que ya no usas por un bolso de piel antiguo. También puedes comprar un libro ya descatalogado que la señora María tenía en su estantería de casa. Y por fin comprar y probar esas empanadillas de la Yaya del 5° que cuando las cocina, huele toda la escalera y deseabas probar hace mucho. Hasta puedes intercambiar un acompañar a la señora Mateu al médico porque su marido te arregle el fregadero.
¡Un mercadillo lleno de vida!
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